Procura tener a mano todo lo necesario para no tener que levantarte continuamente de la mesa y aleja de tí todo aquello que, como el teléfono, pueda interrumpirte. Escoge para estudiar un lugar agradable, sin malos olores, bien ventilado, sin ruidos ni música de fondo que impidan la concentración. Elige tu propia habitación o, si no es posible, la biblioteca más cercana. Busca una buena iluminación, con origen izquierdo si eres diestro o viceversa. Recuerda que el estudio individual cunde mucho más. Planifica tu tiempo de estudio con horarios de 50 minutos entre descansos de 10 minutos, para evitar que el cansancio mitigue tu esfuerzo. Y sigue, cuando estudies, estos sencillos pasos:
Lectura previa... Es más efectiva si se hace antes de que el profesor explique una lección.
Lectura comprensiva... Hacerla detenidamente, procurando entender lo que se estás leyendo.
Notas al margen... Indicaciones sobre las ideas principales, que nos ayudarán a recordar lo más importante.
Subrayado... Sólo hay que hacerlo con las frases esenciales ( definiciones, fechas destacadas, vínculos con otros temas...)
Esquema... Es fundamental plantear un esquema de los principales puntos.
Resumen... Una síntesis de todo lo estudiado, en orden de importancia y con todo lo esencial.
Memorizar el esquema... Para poder desarroyar luego todos los aspectos importantes del tema.
